Se observan entre los 3 y 5 días, una vez que finaliza la descamación ligera.
Aparecen entre 1 y 2 semanas, con una piel más luminosa y suave.
Duración de los resultados: entre 1 y 2 meses.
Recomendación: se pueden realizar sesiones mensuales para mantener los efectos.
Duración de los resultados: entre 6 meses y 1 año, con cuidados adecuados.
Recomendación: puede repetirse cada 6 meses si el especialista lo indica.
Duración de los resultados: entre 1 y 2 años o más, dependiendo del estilo de vida y la protección solar.
Elimina células muertas, dejando la piel más suave y radiante.
Atenúa manchas solares, melasma e hiperpigmentación.
Estimula la producción de colágeno, mejorando la firmeza.
Desobstruye poros, controla la producción de sebo y mejora cicatrices leves.
Favorece una piel más lisa y con menor textura.
La piel renovada permite que las cremas y sueros actúen con mayor eficacia.
Usar protector solar con SPF 30 o superior durante el día.
Evitar la exposición al sol durante al menos 7 a 10 días, ya que la piel estará más sensible.
Reaplicar el protector solar cada 2 a 3 horas si se permanece al aire libre.
Mantener la piel bien hidratada con cremas o lociones suaves y no comedogénicas.
Se recomienda el uso de productos con ácido hialurónico o glicerina.
No tocar, rascar ni frotar la piel tratada.
No retirar manualmente las escamas o costras; deben desprenderse de forma natural.
No usar maquillaje durante las primeras 24 a 48 horas.
En caso de aplicarlo posteriormente, utilizar productos suaves y no comedogénicos.
No exponerse a saunas, baños calientes ni fuentes directas de calor durante 3 a 5 días.
Esto ayuda a prevenir irritaciones.
No realizar actividad física vigorosa durante las primeras 24 a 48 horas.
El sudor y la fricción pueden irritar la piel recién tratada.
No utilizar productos con retinol, ácidos exfoliantes (como ácido glicólico o salicílico), alcohol o perfumes fuertes durante los primeros días.
Limpiar la piel con un limpiador suave y sin fragancia.
Evitar el uso de exfoliantes o productos con textura rugosa hasta la completa recuperación.
Los peelings químicos son tratamientos estéticos que consisten en la aplicación de soluciones químicas sobre la piel para exfoliar las capas superficiales y promover la regeneración celular. Se utilizan para mejorar la textura, el tono y tratar problemas como manchas, acné, arrugas finas y poros dilatados.
